Por @martintravieso
Es curioso lo que le está pasando al Tenerife de López Garai. No escucho a nadie decir que los blanquiazules son un completo desastre. Todo lo contrario.
El otro día superó durante muchas fases al Huesca, un equipo que optará al final de temporada a subir de Primera División. En Anduva igual. Fue mejor que el Mirandés y dominó el partido. ¿Pero de qué le valió en ambos casos? Pues para sumar dos míseros puntos. Poco bagaje para un equipo que se las prometía muy felices al principio de temporada.
De nada vale tener la posesión, controlar y encerrar al rival o dejar la portería a cero si no ganas partidos. López Garai podrá tener el vestuario totalmente a su favor, pero si no es capaz de sumar de tres en tres, el crédito se le agota. Y esa es ahora mismo la pregunta clave: ¿Hasta cuándo aguantará la directiva esta situación? Este sí, pero no. Este hacer las cosas bien, pero no ganar.
Pues como en cualquier parte, si no llegan los resultados, el entrenador está condenado. Es la ley del fútbol y el técnico vasco lo sabe. Lo peor es pensar que la reacción blanquiazul debe llegar, sí o sí, en los próximos partidos. Da igual que los rivales sean Girona, Cádiz o Almería. Si el Tenerife no gana a alguno de estos, el primer proyecto desde el inicio de la temporada de Víctor Moreno habrá fracasado y será el momento de tomar decisiones.
Por muy dolorosas que sean. Por mucho que López Garai tenga a su lado a los jugadores y el equipo no huela a muerto. Es eso, o empezar a pensar en una temporada como la anterior.

Aritz López Garai, antes de un partido. (DEPORPRESS).